viernes, 11 de abril de 2014

5 cosas que debes evitar en Tailandia

Tailandia es el país más seguro y amable del sudeste asiático y seguramente también uno de los más seguros del mundo. Aunque seas un turista recién llegado, perdido entre el bullicio de Bangkok, no te sentirás en peligro en ningún momento.






 La cultura y sobre todo la forma de entender la vida de los tailandeses, basada en los principios budistas, propician un clima de tranquilidad y amabilidad con el visitante, que es difícil no sentirse como en casa a los pocos días. Por lo general, siempre que un tailandés te salude quizá para llamar la atención sobre su negocio, el llamamiento no pasará de ahí, nada que ver con el acoso que sufren los turistas en países como Egipto. Para los thai, basta con un saludo y una sonrisa, pero está en tu mano la elección de qué restaurante, qué local de masajes o qué barquero elegir. Aún así, a veces hay que ser cautos y sobre todo en Bangkog, es recomendable proteger nuestras pertenencias en las grandes multitudes y también tener en cuenta algunos aspectos que te ayudarán a disfrutar al máximo de tu viaje. 

A tener en cuenta: 



 1. Alrededor del Palacio Real de Bangkok se arremolinan multitud de conductores de túk-túk o supuestos guías turísticos que tratarán por todos los medios conseguirte como cliente para realizar un circuito por monumentos y también unas cuantas tiendas de joyas y trajes hechos a medida, de las que cobran por llevar a posibles clientes. No les creas si te aseguran que no puedes entrar en el palacio debido a la ropa que llevas. Es cierto que hay unas normas estrictas en cuanto a la vestimenta, está prohibido entrar en pantalón corto y tirantes, y es mucho mejor mejor si ya lo tienes en cuenta cuando vayas a visitarlo, pero puedes utilizar un fular opaco si llevas o tomar prestadas las capas que te dejarán a la entrada del palacio para cubrirte. Tailandia es un país amable, pero siempre hay algún que otro estafador. Lo hacen tan bien que te sentirás halagado y nada violento. Por lo general algunos de estos engañosos recorridos apenas te costarán medio euro y aunque perderán un poco de tiempo visitando tiendas que no te interesan, si caes en el engaño, no te enfades y tómatelo como un paseo para ver la ciudad. 





 2. Cuidado con el picante. Lo que en Tailandia no es muy picante, para un occidental significa que le caerán las lágrimas hasta que se le acostumbre el paladar y deje de sentir por completo. En casi todas las cartas de lugares turísticos se indica en inglés ‘spicy, medium o not spicy’, pero para ir más seguro apúntate cómo se dice ‘No picante’ en Thai: Mai Ped (Traducción fonética). 



 3. Si vas en moto con un tailandés, puede ser toda una experiencia de riesgo. No es que no te lo recomendemos, te lo puedes pasar muy bien, pero ten en cuenta que su modo de conducir no tiene nada que ver con el europeo. Tampoco llevan casco y van hasta 3 adultos en una moto y 5 si es con niños. Divertido, pero peligroso. 




 4. No te enfades regateando. Los thai raramente se enfadan al modo occidental y tampoco discuten subiendo el tono. Son un pueblo sonriente, y si se ponen nerviosos también se ríen. Por eso, debes tener en cuenta que si estás regateando en un mercadillo y empiezas a subir el tono, puede que tu interlocutor se ría, pero es por los nervios, no se está riendo de ti. Para regatear, sobre todo, mucha paciencia y sé amable, ellos también lo serán y en la mayoría de los casos llegaréis a un buen entendimiento. 




 5. Si un guía en Bangkok quiere llevarte a la TAT, diciéndote que es la oficina de Turismo de Tailandia, no lo creas. En realidad te llevará a una agencia de viajes afiliada a la TAT. Puede ser muy útil para hacer algunas reservas de hoteles o trenes, pero ten en cuenta que ellos se cobrarán la comisión y quizá un poco más. Eso sí, pasarás un rato agradable, te darán té y te dedicarán todo el tiempo que necesites. Otras costumbres y pillerías las descubrirás por ti mismo. Disfruta del viaje.

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